Cinco personas. Una misma zapatilla. Cinco formas de habitarla.
Ninguno conocía a los otros.
No se cruzaron. No se hablaron.
Pero compartieron algo sin saberlo:
fueron los cinco únicos guardianes del modelo ANIMA.
Uno en cada fase.
Cinco pares, cinco vidas.
1/5 — El que no lo pensó
Se llama Tomás.
Lo vio en redes. Nadie lo había comprado aún.
No había fotos puestas. No había referencias.
Solo una imagen algo oscura y un texto críptico.
Le gustó algo. No supo bien qué.
Pagó sin pensarlo demasiado.
Lo recibió en la caja estándar, sin detalles especiales.
Solo el número 1/5 escrito a mano en la etiqueta.
Lo empezó a usar el mismo día.
Hasta hoy, dice que es la única zapatilla que no le ha dado ganas de guardar.
Dice que no sabe si fue la mejor decisión, pero sí que fue la más suya.
2/5 — La que necesitaba entender
Sofía llegó una semana después.
Había leído sobre Sigma V Soul hace tiempo, pero nunca se había animado.
Cuando vio que quedaba el segundo par, sintió curiosidad.
Le preguntó a alguien que ya tenía un modelo anterior.
Leyó el texto del Ritual.
Leyó demasiado, probablemente.
Y finalmente hizo el pedido.
Cuando le llegó, no la usó.
La dejó en una repisa durante dos semanas.
Y un día, sin decir nada, se la puso para ir a una cita que sabía que no iba a salir bien.
No salió bien.
Pero desde entonces, dice que es su par de las decisiones difíciles.
Porque no le resolvió nada, pero la acompañó.
3/5 — El que colecciona en silencio
Luis es metódico.
Tiene una base de datos con cada pieza que ha comprado en los últimos diez años.
Fecha, condición, historia, estado, contexto.
Supo del modelo ANIMA tarde, pero justo a tiempo para llegar al tercer par.
El de la Confirmación.
Cuando llegó, no lo abrió de inmediato.
Esperó el fin de semana.
Preparó una mesa, guantes, luz natural.
Lo inspeccionó como quien observa un fósil.
No lo piensa usar.
Dice que si alguna vez abre una vitrina para su archivo, este estará al centro.
Pero no necesita mostrárselo a nadie todavía.
4/5 — La que no busca aprobación
Nora no sigue cuentas de sneakers.
Llegó a Sigma V Soul por una amiga.
Le gustó el concepto. Le gustó no entenderlo del todo.
Cuando preguntó por el modelo, solo quedaba el 4/5.
Le dio igual.
Lo compró.
Lo recibió con una caja diferente, con un texto adentro que leyó una sola vez.
Lo usó el primer día para ir a dar clase.
Una alumna le preguntó qué era esa zapatilla.
Dijo: «Es una especie de obra que se acaba cuando se entrega el último par.»
La alumna no entendió. A Nora no le importó.
Ese fue el punto.
5/5 — El que sabe lo que tiene
Marco colecciona desde hace 15 años.
No tiene tiempo para juegos.
Cuando vio que quedaba el último par de ANIMA, pidió directamente la ficha técnica.
Le explicaron la placa. El cierre. El certificado.
Le dijeron que era el único par que se entregaba con caja expositiva.
Dijo que sí.
Lo recibió, lo abrió despacio, lo sostuvo con las dos manos.
Y dijo en voz baja: «Este es el final.»
No piensa revenderlo.
Tampoco exhibirlo por ahora.
Le gusta saber que lo tiene.
Y que después de él, ya no hay nadie más.
Cinco personas.
Cinco versiones del mismo modelo.
Ninguna igual.
Cada una con su propia forma de vivirlo.
Porque los cinco pares no son el mismo zapato.
Y si lo fueran, **no tendría sentido haber hecho solo cinco.