Si has decidido hacerte un tatuaje, es importante que sigas ciertos cuidados para asegurar una correcta curación y que tu tattoo sane perfectamente. Aquí te ofrecemos algunas instrucciones que debes seguir:
1. Deja cubierto el tatuaje por aproximadamente 2 horas después de hacértelo. Esto ayudará a protegerlo de bacterias y agentes externos.
2. Retira con cuidado el plástico que cubre el tatuaje y lávalo bien con agua tibia y jabón neutro. Asegúrate de limpiarlo completamente de tinta o sangre, ya que esto es fundamental para evitar infecciones.
3. Seca al aire libre el tatuaje durante al menos 15 minutos. Evita el uso de toallas o paños que puedan dejar residuos o irritar la piel.
4. Aplica una pequeña cantidad de la crema recomendada por tu tatuador sobre el tatuaje. Esparce la crema de manera uniforme por toda la superficie del tatuaje, evitando aplicar demasiado producto.
5. Evita sumergir tu tattoo en agua, como bañeras o jacuzzis, durante el proceso de curación. También es importante no tocar demasiado el tatuaje, a menos que sea para limpiarlo.
6. Durante los próximos 10 días, lava suavemente el tatuaje de 3 a 4 veces al día y aplica un poco de la crema recomendada por tu tatuador después de secarlo. Esto ayudará a mantenerlo limpio y humectado.
7. Deja que el tatuaje se pele por sí mismo. No intentes rascarte ni quitar los restos de piel seca cuando comience a desprenderse. Es importante permitir que el proceso de cicatrización siga su curso natural.
8. Después de aproximadamente 15 días, regresa a la tienda de tatuajes para una revisión. El tatuador evaluará si es necesario realizar algún retoque y verificará cómo se ha curado el tatuaje. En muchos casos, los retoques son gratuitos si el tatuador es profesional.
Recuerda siempre hacerte tatuajes en un lugar apropiado y con tatuadores profesionales que trabajen de forma sanitaria. Las infecciones y contagios de enfermedades pueden ocurrir fácilmente en entornos no profesionales.